lunes, 7 de julio de 2014

Ayla

Hola amigas!!!!!  Por fin soy capaz de encontrar un huequito para hacer este post que os debo desde hace bastantes meses!!! Allá voy!!!!!

Siempre soñé con escribir el post de hoy....hubo tantos momentos en que pensé que nunca podría hacerlo y hoy, sin embargo, puedo escribirlo. Y la verdad, quiero contársolo poco a poco...porque es tan especial que no quiero dejarme nada importante.

Por fin, después de casi 6 años, el pasado 4 de Marzo de 2014 a las 9:56 de la mañana nació  Ayla:
MI HIJA AYLA

No he escrito nada en el blog sobre mi embarazo por respeto a todos los que visitáis el blog. Pero hoy me voy a dar una licencia, y os voy a contar que YA, que ya terminó, que ya se acabó, que ya no tengo que luchar más, que por fin:

MI SUEÑO SE HA CUMPLIDO: SOY MAMÁ

Y os lo voy a contar para que todas las que aún estáis en el duro camino no perdáis la fuerza, nunca, nunca, por más que parezca que nunca llega, por más que parezca que lucháis contra un imposible,   de repente nace  un día nuevo y ese sueño llega.

Ahora, nada tengo ya que ver con la que era hace un año cuando me senté en esta mesa y grité  al mundo que no podía más.  Ojalá  ese día alguien me hubiera dicho que todo iba a salir bien.

Si me permitís os contaré estos últimos  meses  en los que he vivido tantas y tantas emociones:

Tras mi test positivo, acudí a la semana siguiente a la consulta de Reproducción humana y pudimos ver un saquito de 9 mm y volvimos a ir a  la semana siguiente al que fue uno de los días más importantes de mi vida.


Ahora lo recuerdo con especial ilusión .... ( ya las lágrimas asoman a mis ojos y aún no os he contado nada.......) Teníamos cita para ver si  oíamos el corazón de mi diminuto bebé. Llegamos a la consulta donde tantas veces estuve, donde tantas lágrimas había sacado....y estaba muy nerviosa.... lo que más recuerdo y se me quedará grabado para siempre fue lo que me dijo la enfermera mientras esperábamos a entrar. Su frase fue:

-Noemí, hoy puede ser un gran día.

-Y yo le dije: Sí  Isabel, hoy puede ser un gran día. Ojalá lo sea.

Y lo fue.

Porque por primera vez en mi vida, oimos el latido del corazón de nuestra pequeña en mi interior....Todo fueron sonrisas, abrazos y felicidad y mi doctor me dió el ALTA de reproducción asistida ...y yo con paso tembloroso y sin creérmelo recorrí el pasillo que llevaba hasta la salida de la consulta despidiéndome en mi interior de mi amiga la infertilidad como había prometido que haría. Os aseguro que soy capaz de verla apoyada en una esquina, vestida de negro, diciéndome adiós con la mano.


Y empezó mi  embarazo infértil.  Las infértiles vivimos el embarazo de manera muy diferente al resto. La primera vez que fui a la consulta de ginecología, llegué, me senté y me vi rodeada de embarazadas y me entró un ataque de pánico increíble,,,,sólo quería salir corriendo de ahí!!!  Ese no era mi sitio, ese era el sitio de las preñadas!!!!!


Al principio todo fue miedo, miedo a cualquier pequeño detalle que me pasaba, miedo a que todo acabara. Excepto a vosotros y a mi familia, no se lo dijimos a nadie más hasta que llegamos a la semana 12 y vimos esto:




Y tomé una gran decisión:  Decidí, que yo no iba a poder cambiar  nada de lo que pasara, y que si tenía que perder a ese bebé lo perdería y que si se tenía que quedar conmigo lo haría, Así que iba a disfrutar de mi embarazo como tanto tiempo había soñado. Porque ME LO MERECÍA. 

Y así he hecho, he tenido un embarazo maravilloso, siempre te queda un pequeño miedo en tu interior a que algo no vaya bien pero en general lo he pasado tranquila.

He disfrutado enormemente de ver crecer mi barriga, mis pechos, de engordar, de estar cada día más pesada y más incómoda. Poco a poco, fui perdiendo miedos y me atreví por fin, después de tantos años a cruzar la puerta de un Prénatal (Tienda) que era un lugar que tenía como tabú, como sitio prohibido, como un lugar que me estaba vedado. Y por fin, pude comprar mi ropa premamá y después comprar mi carrito, mi cuna, la ropita....

Cada mes que pasaba y cada visita al médico que superábamos era una victoria, una alegría, y a la vez, un pequeño paso en la curación de mi alma. Porque estos 9 meses larguísimos han sido una terapia, un tratamiento,  para volver a ser alguien parecido a  quien era yo antes.

Ha sido mi camino de vuelta a casa: (Si os apetece pinchar al vídeo para ver las fotos, es su música)



Porque  poco a poco el sueño se fue haciendo realidad:










Pude celebrar unas navidades embarazada!!! Y por fin, cambié mi deseo de fin de año....Este año pedí para que todas las mujeres infértiles en el mundo puedan cumplir su sueño. Y pienso pedirlo cada año que pase, siempre.


Pude disfrutar de ir a comprar las cositas de mi bebé





Fui a las clases de preparación al parto




Pude disfrutar de la felicidad de los demás por mi embarazo. Aquí con mi mejor amigo, sobre el que ya escribimos un post


Me hice un reportaje bonito de fotos de embarazada




Y así , poco a poco y día a día llegamos a este gran momento, a mi parto.

Tuve un parto muy largo, empecé con contracciones el domingo por la noche y estuvimos de parto  hasta el martes.  A las 9 de la mañana nos llevaron a quirófano  para dar a luz. Era el momento,  estaba destrozada, después de dos noches sin dormir y con el cuerpo muy cansado , pero ya era de día, y recuerdo especialmente que entraba luz a raudales al quirófano y yo empujaba y empujaba y no me quedaban fuerzas pero  pensaba en vosotras, en mi, en esta dura lucha, en el largo camino, en los años de espera, en tantas y tantas lágrimas que había derramado....y al final empujé una vez más y ...llegó Ayla:












Entonces fueron días ajetreados con muchas  visitas y estrenándome en la maternidad como cualquier mamá novata. Pero os quiero contar el momento más emocionante. Fue el momento en que me di cuenta de que era real: la salida del hospital.

Me quedé sentada con la nena en un banco mientras Oscar iba a buscar el coche. Saqué esta foto. La nena, estaba por fin en el maxicosi y nos ibamos a casa!! Y llegó Oscar con el coche y yo me senté en la parte de atrás con la nena y él iba conduciendo de camino a casa.......Cuantas veces me había imaginado esa escena Y por fin!!! Era real!!! Nos ibamos a casa con nuestro bebé!!! Y entonces empecé a llorar.....  y lloré y lloré, y lloré todo el camino a casa.....pero por fin, después de tantos años...lloraba de felicidad!!!!!!! LLoraba porque no me podía creer que viviera ese momento, lloraba porque no tenía que luchar más, lloraba PORQUE LO HABÍA CONSEGUIDO!!!!




Y así empezó nuestra nueva vida:













¿Y por qué le pusimos Ayla? El nombre es el de  la protagonista de la saga de libros "Los hijos de la tierraPara mi es una historia grandiosa y Ayla como protagonista qué es, tiene muchas cualidades....pero para mi, posee una cualidad que la define por encima de todo y es su capacidad de supervivencia. Es por eso que nuestra hija se llama Ayla, porque es una superviviente. Contra todo pronóstico y cuando ya casi lo dabamos por imposible llegó ella. 

Y ahora, me diréis  y ¿qué tal? ¿qué se siente al conseguirlo? ..............(Suspiro y pienso...)

 Pues para mi, fundamentalmente lo que siento es PAZ.

Paz con el mundo, paz con la vida, paz con los demás, siento que por fin la vida fue justa conmigo, Siento que ya se acabó la lucha. Me he quitado un peso enorme de la espalda, me he arrancado la espada que atravesaba mi corazón y no me dejaba vivir. Ahora siento que estoy donde tengo que estar, que hago lo que tengo que hacer, siento que mi vida por fin avanza otra vez......Estuvo parada estos últimos años y ya por fin hemos reanudado  el viaje. Siento que ahora puedo ir a cualquier sitio sin mirar a los demás y envidiar cada carrito y cada embarazada que vea. Siento que soy una persona normal y no un bicho raro como me sentía antes. 


Todos me decían que la maternidad era una cosa maravillosa y que no se podía explicar con palabras, que hasta que no lo viviera no sabría cuanto podría querer a mi bebé..... Pues ahora que ya he vivido la maternidad quiero deciros que todos los que me dijeron eso estaban equivocados. Cada una de nosotras ya sabemos lo que es la maternidad aunque no la hayamos vivido, puesto que llevamos años y años imaginándonosla.... así que si queréis saber como es, no tenéis más que mirar a vuestro interior...y así es.


Ahora lo tengo claro, nosotras somos mamás mucho antes de serlo, somos mamás de corazón y de alma. No imagino mejor mamá que una infértil.  Ahora en mi nueva vida, lloro muchas veces cuando voy en el coche con mi nena al lado y recorro  el mismo camino que hacía al hospital...y recuerdo cuantas veces fui y cuantas volví anegada en lágrimas  y ahora...... puedo girar la cabeza y ella está ahí. 

Por favor, os pido a todas y cada una de vosotras que no os rindáis, que no me puedo creer que una mamá infértil se quede sin conseguirlo. Que tiene que haber un camino para cada una de vosotras. Yo ya he recorrido el mío........por fin, tengo la vida  que tanto había soñado. 


Ahora somos una familia normal.





Gracias a todas y cada una de las personas que me habéis acompañado en este camino, gracias a todos los que me habéis leido, me habéis escrito a través del blog, el mail y twitter. Gracias de corazón, me habéis cambiado la vida y me habéis dado tanto tanto.....Nunca os podré agradecer todo lo suficiente. 

Gracias también a mi familia: Mamá, LLalla, Jose, Juani, Cipri, gracias por estar a mi lado aunque a veces no me entendierais  y gracias sobre todo al hombre que duerme conmigo,  al amor de mi vida: Oscar. Ha habido momentos muy dificiles pero los hemos superado, espero que sea así siempre. 

En especial, Gracias Noe y Gracias Paula por hacer dos maravillosos posts sobre Ayla y su nacimiento. Es un regalo que tendrá cuando sea mayor y que yo nunca olvidaré: Ayla y su equipo junior de luz         La vida me sabe mejor Os quiero!!!!


Siento que este camino ha acabado y que este blog tiene que terminar. De momento no os digo un adiós, pero sí un hasta luego. Me gustaría seguir escribiendo pero aún no sé cómo ni dónde... en cuanto lo sepa os lo cuento. Alguna sorpresilla tengo por ahí preparada.....

Me gustaría también contaros para las que seguís en silencio el blog como Lucía ( gracias por tu comentario...me ha hecho ponerme las pilas ;)) que montones de amigas de este blog han conseguido o están a punto de conseguir su sueño:

Mareima y Nubeblanca han tenido cada una a un príncipe hermoso. Mi querida Hannah  por fin cruzó el arco iris y hace nada, nada que ha sido por fin mamá. 4 días después de que naciera Ayla, nació Amy la hija de Fini. Helena (hatxelita) ya ha pasado la barrera de las 20 semanas y espera un nene muy ilusionada por fin. También tuvo un bebé Anita, la chica que propuso el nombre de #infertilpandy y Leticia también.  También están embarazadas nuestras dos mamis de aporlosgemelos. Helen mamá conejo, Objetivobebé y  Laura bicorneinfertil también han traido a sus chicos al mundo. Laura @cocinillas20  y mi querida Bea siguen en  la lucha. Sira, Mila y Ovulita esperan por fin a sus bebés y están de guapas con esas barriguillas!!!!! Bueno y mi querida Berta que por ha sido la mamá de mellizos más guapa que conozco!!!!! Y no puedo olvidarme de la reina de las luchadoras que ha sido Nurys y su pequeño angel Daniel y su princesa Vera,  que hace nada  por fin ha dormido en casa.

Y por supuesto, para mi hay unas personas que merecen una mención especial, ellas aún no lo han conseguido y me duele tanto que no lo hayan hecho... hablo de mis queridas PaulaSanro, Frida y Julieta. Ojalá la vida sea justa con vosotras y os permita disfrutar de este sueño.

Y siguen los positivos y los tratamientos en la #infertilpandy y un montón de mujeres se han unido a la familia que con tanta desesperación creamos hace unos meses para no estar solas.

En este camino he tenido la suerte de hacer tantas y tantas amigas.......... por eso os deseo la mayor de las suertes del mundo. Os quiero y siempre os llevaré en el corazón.

GRACIAS AMIGAS. 


BAJAMOS EL TELÓN. 


sábado, 21 de junio de 2014

Un sueño por alcanzar | @Laurateruel82



Hola amigas!!! Por fin, hoy he tenido un poco de tiempo y puedo publicar una maravillosa historia. Es la historia de Laura,  y la verdad es que la escribió hace dos meses, justo después de su último negativo y antes de empezar con la ovo......Como veréis, Laura es otra de nuestras guerreras pues no hay mujer infértil que no sea una leona!!! Yo no he podido publicar su historia  antes y por eso tiene más valor que la leáis.....y que lleguéis hasta el final......


Ahi va:

¡Hola chicas! Soy Laura y tengo 31 años. Para que me conozcáis un poco mejor me he decidido a contar mi historia. En junio hará dos años que comencé este viaje. Comparada con muchas de vuestras historias, no llevo mucho tiempo en el camino (aunque a mí me parece un siglo), pero sí que ha sido intenso. Cuando empecé en esta aventura de buscar bebé tenía 29, aunque realmente mi historia con la infertilidad la empecé a los 23 años.

Fui a hacerme mi primera revisión ginecológica, y salí de allí con unos ovarios que para mi ginecóloga no valían nada. Después de hablar con un colega suyo delante de mí de una “cosa muy grande” que había que quitar sí o sí, me explicó que tenía endometriosis. Me propuso que me quedase embarazada, y después me quitarían los ovarios. Estoooo, ejem, tengo 23 años y novio desde hace seis meses… ¿¿¿¿qué me estás contado???? (Que por cierto, este chico me dejó quince días después, cinco días antes de que me operasen. ¡¡Como para ser el padre de mis hijos!!)… Visto lo visto, me fui a pedir una segunda opinión a una clínica privada. Allí me confirmaron que sí, que tenía una endometriosis severa, pero que se operaba y punto. 15 días después estaba operada, con mis ovarios en su sitio, y como todo había ido tan bien, y me habían dicho que por supuesto que podría tener hijos, me fui de allí muy feliz, y con una idea muy equivocada de lo que me costaría en un futuro ser madre.

Al año siguiente empecé a salir con el que ahora es mi marido, y en 2011 nos casamos. Un año después (junio 2012) decidimos que había llegado el momento de buscar bebé. ¡¡Ya estábamos preparados para ser padres!! Año tras año había ido a revisión por mi endometriosis y con los anticonceptivos que tomaba estaba todo perfecto, no había ni rastro de la enfermedad, así que, como la mayoría, imagino, el primer mes “fijo que habíamos dado en el clavo”. Pero vino la regla, y al mes siguiente, y al siguiente, …

En enero decidí ir a hacerme otra revisión, por si acaso en los 9 meses que llevaba sin anticonceptivos me había vuelto a salir algún quiste, y ya que estábamos, nos hicimos las primeras pruebas. Primera sorpresa, no hay rastro de la endometriosis, pero tengo un bulto en un pecho. Me dicen que no me asuste, que parece benigno, pero claro, la cabeza es muy mala, y va por libre… Me quitan el bulto del pecho y finalmente no era maligno, pero ese mismo día nos dan los resultados de las pruebas y sorpresa, mi marido tiene los bichillos con poca movilidad, y yo la antimulleriana bastante baja. Me dicen que si quiero ser madre tendrá que ser por FIV. ¿Cómo? ¡¡Imposible!! ¡¡Si año tras año estaba todo bien!! ¡¡No puede ser!! A partir de ahí empiezo a verlo todo muy negro…



Me voy a casa bastante tocada, no me lo esperaba para nada. En mi entorno no hay nadie cercano en esta situación, y aunque tengo mucha suerte y toda mi familia siempre me ha apoyado mucho, me encuentro muy SOLA. ¿¿Os suena no?? 

Me convencen para intentar una IA antes de hacer la FIV, así que nada, en marzo empiezo una IA que por supuesto, con la baja movilidad de los bichillos de mi marido, es negativa. 

¿Por qué a mí? ¿Qué he hecho yo? Si no estoy pidiendo nada raro, no pido ningún capricho. ¡¡Sólo quiero ser madre!! ¿Os sigue sonando verdad? Después de este primer negativo, doy un paso para mí muy importante, y empiezo a asimilar la situación, a comprender que no tengo por qué avergonzarme de lo que está pasando, que no tengo que pensar que estoy defectuosa, que no valgo, ni sentirme menos mujer, así que decido empezar en abril la primera FIV. 

Ya está, ya lo he asumido, ya tengo la fuerza suficiente para afrontar el tratamiento, ¡ya está solucionado! Me hago la FIV y a disfrutar de embarazo y de bebé/s. Me imagino que esto también os habrá pasado a muchas, y nada más alejado de la realidad…

Empiezo banderillas y controles. Con cada control me ponía muy nerviosa, casi como si me estuviese examinando ante un tribunal… y cada examen lo suspendía. Cada vez hay menos folículos, empiezo con 5, pasamos a 4, 3 … Para la punción espero que haya dos o tres y sorpresa, me sacan 8 (y digo yo, ¿¿de dónde??) pero de los 8 sólo hay cinco maduros, y sólo fecundan 2. Bueno, no necesito más, ¡¡seguro que esos son mis campeones!! Dos días después me llaman y me dicen que van muy lentos y que no los pueden vitrificar, que los dejan dos días más en observación (en mi clínica prefieren hacer la transfer en otro ciclo). Dos días después me dicen que siguen evolucionando los dos, pero que siguen lentos, que los dejan un día más, y finalmente, al día siguiente, me llaman y me dicen que se han parado los dos. Que puede ser por la mala calidad de los óvulos, y que no saben si esto podría pasar en más ciclos. ¡¡Otro jarro de agua fría!! ¡¡Tantos días de nervios para nada!! Va a ser que mis óvulos no valen, y yo no quiero ni oír hablar de ovodonación. ¡¡No estoy preparada!!

Hablando con mi médico me dice que todavía soy muy joven para plantear otra cosa, y que hay que volver a intentarlo. ¡¡Dice que lo conseguiremos!! Lo veo muy convencido, y bueno, vuelvo a ilusionarme. 
Hay folículos residuales, así que tengo que esperar un ciclo, pero a finales de junio inicio mi segunda FIV. Me añaden una medicación nueva, ¡¡esta vez seguro que funciona!! Empezamos mucho mejor, con 9 folículos, y para el día de la punción vamos con 7 de buen tamaño. El doctor me dice que este es nuestro mes. ¡¡Por fin lo voy a conseguir!! Llega la punción y, ¡sorpresa! Pero esta vez negativa, sólo 4 óvulos. ¿¿Dónde están los demás?? ¡¡Que me los den que son míos!! Decepción total ese día, sobre todo pensando en el resultado de la primera. Pero bueno, al día siguiente me dicen que han fecundado los 4. Y al siguiente que los han podido vitrificar todos. ¡Bien! Vuelvo a tener folículos residuales, así que dejamos la transfer para septiembre.

Llega la regla de septiembre e inicio tratamiento para la transfer. Enseguida tengo el endometrio a punto y me programan la transfer para un viernes. Llega el día y yo estoy muy emocionada, por fin voy a tener a mis pequeños conmigo. Llego a quirófano y el doctor ve que tengo líquido en el útero, así que cancela la transfer. ¿Cómo? ¡Esto no puede estar pasando! ¡¡Pero si estaba todo bien!! ¡¡Es mi momento!! Me vuelvo a casa pero sin mis pequeños. Intentan llevar los embriones a blastos y no llega ninguno de los dos. Los hemos perdido. ¡¡¡¡Con lo que nos ha costado conseguirlos!!!!

A la semana siguiente vuelvo y ven que tengo hidrosalpinx. La endometriosis, que llevaba 8 años sin aparecer, con las estimulaciones se ha venido arriba y me ha afectado a las trompas. Me tienen que quitar una y ver cómo está la otra. En octubre vuelta a quirófano (el celador ya bromea conmigo) y laparoscopia para quitarme una trompa, aislarme la otra (no la pudieron quitar porque la tenía muy pegada al ovario) y limpiarme múltiples adherencias de endometriosis que habían aparecido. 

A finales de noviembre vuelvo a revisión y está todo ok, pero por las fechas ya nos metemos en fiestas y demás, así que esperamos a enero. Con la regla de finales de enero vuelvo a empezar muy ilusionada el tratamiento para la transfer de los dos últimos embrioncitos que me quedan. Venga, que 2014 se tiene que dar mejor que 2013. Llega el día de la transfer y esta vez sí, ¡¡por fin tengo a mis pequeños conmigo!! Es lo más cerca que he estado nunca de estar embarazada, y así me siento. ¡¡Por fin soy BETAESPERANTE!! Disfruto mucho esos días (¡¡sí, habéis leído bien!!) pensando en lo que me ha costado llegar a esa betaespera. Llega la beta y tortazo con la realidad, mis pequeños lo han intentado, pero no lo han conseguido. Bioquímico.

El doctor me dice que sólo hemos tenido una transfer, y que hemos tenido muy mala suerte, así que lo intentaremos una vez más. Pero ya la última, porque mi endometriosis está rebelde, y con las estimulaciones más aún. Tengo otro quiste de momento controlado, pero con un tamaño al borde de la cirugía, así que si no funciona, tendremos que pensar en otras opciones. Cada vez voy asumiendo un poco más la idea de la ovodonación. Es una realidad que cada vez se acerca más y más.

En febrero empezamos la tercera y última FIV, y ya desde el principio va muy muy mal. 5 folículos, después 4, 3 … vaya, esto ya lo he vivido. Llegamos a la punción y vuelvo a ver a mi amigo el celador, jajaja. Dos óvulos. Al día siguiente me dicen que fecunda 1, y al día siguiente que se ha parado. Otro jarro de agua fría, y otra vez mis sueños rotos. Además esta vez es diferente. Esta vez no implica una nueva caída y ya. Esta vez implica olvidarme definitivamente de mis óvulos y afrontar que mi realidad es la ovodonación.


Pasan días complicados, de asumir muchas cosas, pero ya he llorado todo lo que tengo que llorar. Lamentarme no va a servir de nada, y ahora es momento de buscar soluciones. Y si mi solución puede ser la ovodonación… ¡¡pues adelante!!


Después de todo esto llegamos a día de hoy, con ganas de seguir luchando para conseguir mi sueño, y enfrascada en mi primera ovodonación. Respecto al principio de mi viaje han cambiado muchas cosas. Entre ellas es que, aunque empiezo a estar cansada de darme cabezazos contra una pared que ni se cantea, considero que ahora soy mucho más fuerte. Pero sin duda, lo mejor, la parte más positiva, es que tengo un montón de compañeras de viaje que hacen que el camino sea mucho más llevadero. Yo quiero ser madre, y sé qué tarde o temprano, de una forma u otra lo seré. No me voy a rendir, al igual que no lo habéis hecho ninguna de vosotras, y aunque no sé cuándo terminará esta historia, sí que sé que la terminaré con vosotras, y tendrá un final feliz, en el que en vez de hablar de folículos, controles, betas y esperas, hablaremos de pañales, papillas, y las risas y lloros de nuestros bebés.







¡¡Gracias a todas por estar conmigo!!
Un besazo!!



PD.  Si os ha emocionado la historia, seguro que os emociona más saber que ahora Laura por fin está embarazada y además de mellizos!!!!! De momento está de muy poquito y con el miedo normal de saber si todo irá bien...pero su lucha ha tenido recompensa!!!!  El sueño Laura está muy cerquita ya!!!!! 

Gracias Laura por compartir tu historia y enhorabuena por esos bebés que esperas!!!! Chicas no podemos rendirnos!!!!!! Adelante!!!!! 


Chupete de nuestros queridos amigos de @tutetecom!!! 



lunes, 10 de marzo de 2014

Las vueltas del destino por @Julieta_Loquita


Cada historia que me mandáis es especial, todas las mujeres que pasamos por esta dura lucha estoy convencida que somos de otra pasta como suele decirse por increíbles, grandes y luchadoras.  Hoy tenemos la suerte de que nos cuente su historia @Julieta_Loquita, una de mis primeras amigas infértiles,  y por suerte  una mujer maravillosa a la que ya he tenido el placer de poder conocer en persona. Me gusta esta historia porque va a tocar el tema de la edad, un tema que muchas veces nos pesa  como una losa.
Julieta tu historia me ha hecho llorar, y sólo tengo un deseo para ti, que seas madre. Porque te lo mereces, por buena gente, por sencilla, por ser una tipa genial y porque sé que vas a ser una madre excelente. Gracias por compartirla con nosotras.



Hola chicas, 
Soy Julieta, tengo 42 años y hoy quiero contaros un episodio de mi historia porque dentro de poco quiero retomar un proyecto que durante un tiempo, quizás bastante tiempo, ha estado aparcado. De hecho, si no os he contado nada todavía es porque tenía miedo de enfrentarme otra vez a éste y quería encontrar la respuesta en mi intimidad. 
Muchas incluso habréis dudado de mí, en algún momento, porque veíais que hablaba de exámenes, de la laparoscopia o de irme a la India de ong pero nunca habéis leído que estuviera en betaespera o similar pero sí, sé perfectamente lo que es, como todas que llevamos una larga trayectoria en este proyecto de “Ser Madres”. Allá vamos. 

En mi 38 cumpleaños, mi pareja y yo decidimos dar el paso de tener una familia. Es cierto, tardamos en decidirnos porque éramos un poco PeterPanes, queríamos hacer muchas cosas antes y estar seguros del paso y como muchas parejas hoy en día ignoramos el paso del tiempo. ¿Ignorancia o Egoísmo? Tal vez un poco de los dos pero el tiempo ha confirmado que la ignorancia pesó más. En cualquier caso, yo y muchas de las que comenzamos tarde, muy tarde, creo que nos sentimos bastante culpables por nuestro error como para que alguien nos lo recuerde. 

Como iba diciendo, pensamos que sería fácil porque mis dos hermanas se habían quedado embarazadas mayores y en mi caso no tenía por qué ser diferente,… pero sí, sí lo fue, los meses fueron pasando sin ninguna novedad. 

Como tenemos un familiar que es médico, hablamos con ella para que nos diera más información. De hecho, hasta nos agilizó las analíticas para que no perdiéramos tanto tiempo. En aquel momento, ella nos confesó que estaba embarazada pero que también se había obsesionado un poco con conseguir el embarazo y que incluso se había hecho una prueba que se llamaba “histerosalpingografía”. Es curioso, como juega la memoria, recuerdo perfectamente todo lo que dijo  ¿Cómo era el nombre? ¿Histeroqué? 

Con 39 años + 1 día fuimos a la cita con la ginecóloga que nos habían dicho que era la mejor de mi ciudad para qué nos hiciera un diagnóstico de fertilidad. Le dimos las analíticas y empezamos a contarle. Sin previo aviso me dijo que tenía Síndrome de Ovario Poliquístico. ¿Cómo? ¿Por qué? Si no me había hecho una sola prueba. Porque tenía bello.
- Perdone, pero este bello es hereditario, con 18 años me hicieron pruebas endocrinas y simplemente tengo bello porque mi madre y mis hermanas también lo tienen. 
- En cualquier caso, tu principal problema es la edad, deberías ir directamente a FIV. ¡¿Quéee?!
Volvimos a casa sin hablar, nos habían echado un jarro de agua fría por encima que no esperábamos, íbamos a por un diagnóstico y ver qué se podía hacer y, de repente, nos habían eliminado de la carrera antes de empezar a correr. 

Cuando nos rearmamos, decidimos ir a la seguridad social ya que teníamos la impresión de que habían ido a vendernos un tratamiento de reproducción asistida y desconfiábamos de la privada. Lamentablemente, en la seguridad social lo que nos dijeron fue: 
- Lo siento pero con tu edad, ya no entras en los tratamientos de reproducción asistida. Si queréis podéis probar unos meses con omifin a ver si pasa algo. 
Otra vez sentí el sello en mi mente,… CADUCADA.   




De todos modos, decidimos probar un tiempo con el tratamiento de omifin, había que intentarlo.  
Los 40 se iban acercando, yo no era madre y empezaba a sufrir por ello, así que decidimos ir para adelante con la fiv tal y como nos habían sugerido. Volvimos a la misma médica, pensando solamente en que nos habían dicho que era la mejor y que a fin de cuentas había tenido razón, YO ERA MAYOR. 

En diciembre de 2011, me sometí  a mi primera fiv. Todo parecía que iba bien pero el día de Nochebuena, empecé a sentir pinchazos. El dolor continuó el día de Navidad pero no sangraba. Llegué a la beta sin haber sangrado, lo cual era una buena señal pero fue negativa. 
Lloramos, curamos las heridas y en marzo volvimos a la carga, habíamos ahorrado un dinerillo y el tiempo corría en nuestra contra, había que darse prisa,… Negativo.
A finales de junio, después de los exámenes, era el mejor tiempo para un tercer intento, nos iríamos unos días a la playa a estar tranquilos… 
Unos días después de la transferencia fui a casa de mi madre, ella se iba al dentista y decidí acompañarla. Subimos al autobús y nos sentamos. Todavía me acuerdo de la conversación, mi madre me contaba que había fallecido un futbolista que se llamaba Miki Roqué y que Pujol, el del Barca, le había ayudado mucho,… pero empecé a notar como vibraba el autobús y empecé a sentir miedo. Me bajé en la siguiente parada y aquel mismo día empecé a sentir pinchazos. ¿Por qué habría ido a acompañar a mi madre? Sentí que todo iba mal, me vine abajo, me hundí en el abismo incluso faltando una semana o más para la beta. 
Mi madre me llamaba y yo no podía parar de llorar. A los dos o tres días empecé a estar mejor, mi madre quería que fuera a comer, supongo que simplemente quería saber que estaba bien. Le dije que iría el lunes.
El domingo me llamó mi hermano para decirme que mi madre le había telefoneado diciéndole que se encontraba mal y que si podía ir adelantándome yo porque él estaba trabajando. Fui inmediatamente y cuando llegué mi madre estaba quietecita, esperando que llegara. Fuimos al consultorio de guardia porque ella tenía miedo de que le ingresaran pero allí nos dijeron que teníamos que ir al hospital, que había tenido una subida de tensión muy fuerte. Al rato de estar en urgencias, empezó a dolerle la cabeza. Empezaron a hacerle pruebas y yo veía a los médicos hablar fuera del box y empecé a intuir lo que pasaba. Mi madre había tenido fallos de memoria en los últimos días, fallos no habituales, creo que quizá debido a la preocupación por mí. Los resultados lo confirmaron, mi madre tenía un ICTUS... A los 15 días, en una preciosa noche de luna llena de agosto, mi madre se marchó… La beta unos días antes había salido NEGATIVA. 





¿Por qué cuando yo estaba buscando ser MADRE, tenía que perder a la mía? Yo necesitaba que alguien me quisiera mientras esperaba que llegara alguien a quien querer tanto como ella me quería a mí… No podía más, no entendía tanto dolor, tenía que abandonar. 

El tiempo iba pasando y aunque el dolor era fuerte, poco a poco fui recobrando las  fuerzas. Decidí que al siguiente verano retomaría un proyecto que había dejado aparcado hacía mucho tiempo, me iría de ong, necesitaba reencontrarme conmigo misma y ver hacia dónde iba. 

Mientras tanto leía alguna noticia de fertilidad en algún medio de comunicación y así descubrí a Alejandra Vidal Olmos y su “Puesta a parir”. Decidí buscar más información, algo en lo que creía que había fallado, y crear mi alter ego Julieta en twitter y facebook para que nadie supiera quien era. Poco a poco conocí a Ale, a Berta, a Noe, a Paula, etc. Para mí, fueron una bendición porque yo todavía estaba muy mal, todavía no estaba preparada,  apenas habían pasado 6 u 8 meses, pero estar rodeada de mujeres que tenían el mismo problema que yo, que sufrían como yo, con historias mejores pero también peores que la mía, me hizo reconstruirme más rápido, … y LLORAR… y VOLVER A REIR. 

De todos modos, yo ya tenía decidido irme de ong a la India, así que no cambiaría mis planes pero quería hacerme pruebas para ver cómo estaba, cuales eran mis posibilidades con mis óvulos (podéis imaginar lo que me dijeron) y si no había, utilizar ese impasse en Oriente para ver si estaba plenamente convencida de seguir adelante con óvulos de donante. No las tenía todas conmigo y creía que era importante estarlo. 
Y de repente, 15 días antes de irme, tengo un cólico que me obliga a cancelar mi viaje a la India,… Tenía tantas ganas,… era lo primero con lo que me había ilusionado después de un año,… 

El resto, ya lo sabéis, innumerables tratamientos, pruebas y médicos para averiguar el problema… pero el destino es caprichoso y me tenía reservada otra sorpresa. Mi problema terminó tornándose ginecológico y por fin descubrimos que tengo las trompas obstruidas, que quizás las tuve siempre. Aquello que con una simple prueba se me tenía que haber diagnosticado cuatro años antes, se me confirmaba ahora. 

La edad nunca fue el factor más importante de mi infertilidad. Quizá soy infértil hace mucho tiempo pero no lo sabía. Creo que todo esto me ha hecho aligerar la carga de culpa que sentía, algo que creo que arrastramos todas la que somos un poco más mayores y que es una pesada losa que debemos aprender a quitarnos. 

¿Y ahora qué? 

Pues puedo tomarme fatal este último episodio, pensar que he perdido otro año y gastar un montón de tiempo, dinero y energía en algunos asuntos o reconvertirlo en algo positivo y pensar que el destino tenía reservado este camino para mí. 

Mi nueva ginecóloga piensa que es muy difícil por mi edad pero también piensa que hay muchos factores que hasta ahora no conocíamos y que si bien no hay que hacerse muchas ilusiones, no es descabellado intentarlo una última vez.

Creo que estoy Loquita y que soy la peor inversora de este mundo pero después de todo lo que he pasado, cuando yo ya había aceptado que las cosas fueran de otra manera, creo que me merezco esta oportunidad, creo que me merezco intentarlo de nuevo…así que VUELVO A LA LUCHA!!!  y si no funciona, todo este sufrimiento ya me habrá preparado para el siguiente paso pero creo que tengo que intentarlo una vez más. 

Respecto a vosotras, os quería pedir algo,…
- Que os dejéis aconsejar por los médicos pero también que les cuestionéis si es necesario, a veces se “les” y se “nos” olvida que son humanos. 
- Que seáis comprensivas con las que somos más mayores, aunque sean famosas, no sabemos las historias que esconden detrás y todos buscamos apoyo. 
- Y finalmente que cuando vuestra mami diga algo inapropiado u os llame por quinta vez en el día durante la betaespera o la ecoespera para ver cómo estáis, seáis amables con ellas, las tranquilicéis y, sobre todo, sobre todo, las QUERAIS. 





TE QUIERO MAMÁ. 
Un abrazo chicas. 

lunes, 24 de febrero de 2014

Quiero ser madre y no puedo | Laura @cocinillas20



Hola amigas,

Hoy os traigo con mucho orgullo la historia todavía sin terminar de Laura, una mujer fuerte y valiente que lucha por conseguir nuestro sueño. Ella es guapa, buena, generosa y  os va a enamorar con su relato....cuenta tantas cosas que hemos pasado todas, tantos sentimientos que nos remeuven por dentro...y además ella quiere dar un pasito más y sumarse a esta revolución...No tenemos que avergonzarnos de ser infértiles!!! Gracias Laura por compartir tantas cosas tan íntimas con nosotras.
Lo conseguirás sin duda!!!  











Quiero ser madre y  no puedo, quiero estar embarazada y no puedo. Quiero ilusionarme con la llegada de una personita producto de nuestro amor, decirles a mis padres, suegros, hermanas y cuñados que van a ser abuelos y tíos, pero tampoco puedo…
Me gustaría gritarle al mundo que lo conseguimos!!! Pero todavía no puedo hacerlo.  Lo que sí puedo es alegrarme por los que lo consiguieron, puedo echarle “cojones” y luchar, puedo llorar hasta que no me quede una lágrima y luego levantarme…pero hoy por hoy no puedo dar vida a otra vida.

Hace casi 9 años que empecé con mi marido, nuestra historia fue lenta, de dejarte ir sorprendiendo, de enamorarte poco a poco. Al final es una historia cualquiera de dos que se quieren y decidieron hacer un proyecto de vida juntos.

Recuerdo el día de mi boda, estábamos tan contentos… No faltaba nadie, todos nuestros amigos y familiares nos deseaban lo mejor y nosotros en una nube!! Siempre habíamos confesado que nos encantaban los niños y que no tardaríamos en traerlos a casa. Yo cocinaría mil recetas para mis polluelos y mi marido jugaría mucho con ellos…nuestra casa es enana así que habría que dejar el IKEA por un momento e invertir en muebles a medida en esa habitación...todo pensado, nada más lejos de la realidad, por desgracia. 

El tiempo pasó y por fin lo vimos claro! Yo tenía 28, él 29, a la vuelta del verano nos liaríamos la manta a la cabeza, seríamos tres!!! Los comienzos fueron como siempre en estos casos…felices y emocionantes! Disfrutaba cada copa de vino, cada cervecita, cada salida con marido o amigas como la última diversión y fiesta que me podría dar en mucho tiempo, pronto nuestro hijito llegaría y todo cambiaría, tendríamos una vida más tranquila, SERÍAMOS PAPÁS! Recuerdo que algunos me decían si estás con el máster o si estás en tu segunda carrera…pero teníamos trabajo, casa y mucho amor así que era nuestro momento!

El tiempo pasó y la alegría se fue convirtiendo en preocupación. Algunos amigos, primos y compis de curro iban haciendo tangible el proyecto que a nosotros nos estaba costando. Mes a mes, regla a regla teníamos que lidiar con los comentarios de los demás y con nuestros propios fantasmas. Llegamos a creer que nos tendríamos que relajar para conseguirlo, que no había que darle importancia, nos sentimos culpables… Lo intenté, lo juro, con todas mis fuerzas, intenté relajarme, tomarlo bien, alegrarme por todas las pancitas fértiles sin que eso me recordara que yo no podía. Lo intenté todo y no funcionó.

No funcionó irme de vacaciones, hacer deporte, comer sano, no preocuparme…cada vez me sentía más sola y más aislada. Me enfadé conmigo y con el mundo injusto, con el destino, con todo. Mi dolor era tan grande que solo la rabia conseguía mitigarlo. Ya nunca más buscaría con la inocencia y la ilusión de un fértil, ya no me reprimiría una lágrima en un día de regla muerta de miedo e incertidumbre.

En ese punto uno YA SOLO NECESITA UNA RESPUESTA. Empecé a echar muchas cuentas, a descubrir las horribles listas de espera de la seguridad social, a hacer un máster en biología reproductiva…quería respuestas para tanto dolor y rabia. Nos sometimos a pruebas mientras nos agobiábamos y perdíamos nuestra intimidad. La gente seguía con sus y vosotros cuando? o con sus: lo que tenéis que hacer es relajaros! Pero nosotros inquebrantables buscando esas respuestas, esperando los plazos, viendo una única raya, viendo embarazos y bebés ajenos- ya sabéis de lo que hablo.

Las respuestas llegaron, diagnóstico masculino severo y muy severo! ¿Como un chico de 30 años sano y que se cuida puede tener 54000 espermatozoides en vez de 70.000.000?? y que solo se muevan ni un 2%? Los médicos  eran tajantes; embarazo natural prácticamente imposible. En ese momento me sentí estafada por la vida…mi marido y yo habíamos adquirido el pack completo amor más familia…¿dónde estaba la segunda parte?. 

Reconozco que después del impacto me liberé un poco y tenía ganas de gritarles a todos:

  ¿VEIS? ¡NO ESTABA LOCA, LA INFERTILIDAD NO ESTABA EN MI CABEZA! 

Quise gritarle al mundo que había una causa para tanta preocupación, quise gritarle al mundo pero me lo gritaba a mí misma; y es que cuando una no puede tener hijos hay un momento en que se culpa, un momento en que flaqueas en tu identidad y en tu autoestima. 

Por primera vez en 18 meses miré a mi marido, fui consciente de su pena, dolor e impotencia por no poder ser padre. Con ese diagnóstico mi marido se hundió y se le vino el mundo encima. Vi en sus ojos una expresión que nunca antes había visto, de culpa, de vergüenza, de daño… y poco a poco empecé a volcarme en él y a asumir que de forma natural probablemente nunca tendríamos un hijo.

A priori yo no soy infértil físicamente (o eso dicen los médicos habrá que ver) pero ¿no siento todo lo que mis compañeras de lucha en este camino de la infertilidad? Sí, siento el vacío, el desconsuelo, el miedo y el enfado con la vida. Siento esa necesidad imperiosa de ser madre y ese miedo de no saber si lo lograré algún día… Y así comencé a crearme la identidad de INFÉRTIL. Tener un hijo es cosa de dos y solo juntos podremos superarlo.

Un día mi marido me dijo que si la biología le quitaba el derecho de ser padre, la vida no le privaría de esa experiencia y me haría madre de la manera que fuese necesario. Mi marido es muy grande y tras oírle lloré. Lloré por él, por mí y por los dos. Lloré por lo difícil e injusto que es todo esto y por todas las parejas con problemas. Lloré por el tabú social que es la infertilidad y por el desconocimiento, por la incomprensión de la sociedad, lloré hasta quedarme seca sabiendo que aún me quedarían muchas lágrimas que llorar.




Ahora después de año y medio cada vez estamos más cerca de nuestro primer tratamiento ICSI.  Casi a punto de enfrentarnos a esa reproducción asistida que no es mágica como todos creen, esa de las largas esperas, la de inmensos dinerales, la de los soportes físicos y emocionales…al final ésa que es la única que puede, parece ser, darme a mis hijos.


Tengo miedo, miedo a las estadísticas, al dinero, miedo a no conseguirlo… Pero el deseo de ser madre es tan fuerte que ¡REPRODUCCIÓN ASISTIDA VOY A POR TI! Pienso dejarme la piel, levantarme cada vez que me derrumbe. Pienso apoyarme en los que me quieren, pienso seguir en esa INFERTILPANDY que me ha devuelto a la vida, a la lucha y me ha ayudado a encontrar una identidad que había perdido, yo durante muchos meses era una NO MADRE que quería serlo… ahora soy una INFERTIL QUE LUCHA. 

No tengo vergüenza, quiero contribuir a que esto no sea un tabú que hiere el alma. No hemos elegido ser infértiles, no hemos elegido tener esta enfermedad. Me he propuesto que mi camino por la infertilidad valga para romper mitos, estereotipos y contribuir en mostrar este problema al mundo fértil.  Voy a formar una familia con el compañero de mi vida y de mi alma.

Y a ti: Cosita que aún no has llegado a casa, decirte que tu padre y yo deseamos profundamente conocerte y estamos intentando querernos mucho y darte una casa feliz cuando llegues. No vamos a parar hasta encontrarte aunque el camino es complicado porque sabemos que al final de éste, estás tú esperando. No somos padres reales pero si de corazón y NUNCA nos vamos a rendir. Aún no se ser mamá, no sé lo que es llevarte en mi tripa pero si se lo que es llevarte en mi alma.




Gracias a todas y a todos por estar ahí.


Laura. INFÉRTIL SINVERGUENZA.



Imágenes vía: Cuandoamasfuerte.wordpress.com | laberintodeandrea.blogspot.com