Hola, soy Helena, tengo 35 años camino de los 36. Esta carta tendría
que ir dirigida a mis padres y amigos, porque no me atrevo a hablar con ellos.
Tengo miedo de que me hagan daño con sus palabras. Por eso, se me ocurrió
intentar resumir en unas pocas hojas mi vida estos tres años. 1095 días, 36
meses…pero tampoco me atrevo a enviarla.
Los primeros meses son nuevos. Sensaciones, emociones y situaciones que no
conocía.
Vaya….toda una vida diciendo no
querer tener hijos y ahora sentir esto….es raro, pero me gusta.
Son meses divertidos, de sexo,
risas e ilusiones, esperanza.... Sé que embarazarse no es cuestión de magia,
que puede costar unos meses, incluso tal vez un año. No me planteo más.
Es cierto que ya desde el primer
mes tengo la ilusión. Oye, ¿por qué no? Ocurre todos los días, chicas que por
una vez y sin querer se quedan, así es que a mí también me puede pasar.
Pero no, a mi no me pasa. A los pocos meses, comienzo a investigar
un poco por internet. Oye, por si acaso, que internet no es buena consejera,
pero a veces ayuda.
Y oh, sorpresa, descubro los días
fértiles…¡ahí está el truco! Y comienzo a calcular, me descargo una aplicación
para el móvil, que lo del calendario de toda la vida es un rollo, le meto mis
reglas del último año, y ale, que calcule mis días fértiles de cada mes.
Ahora ya sé que debemos hacer el
amor unos días antes de la ovulación, porque el óvulo sólo vive 24 horas, y
como los espermatozoides duran 2, 3 o 4 días (según los escritos)…Claro, además, la ventana de
fertilidad dura unos días antes, que hay menos probabilidades, pero que
también.
Nada de hacerlo todos los días,
que los espermatozoides no tienen tiempo de desarrollarse, o se vuelven vagos,
no sé, no lo tengo claro, pero vamos, que día si día no.
Así es que calendario en mano me
pongo a calcular:
Tenemos que comenzar 5-6 días
antes, pero bueno, yo voy a añadir unos cuantos días más por delante, lo
dejamos en 10 días antes y un par por detrás: Hacer el amor miércoles 23,
viernes 25, domingo 27, martes 29, jueves 1, sábado 3..., y, ¡oh, no! el
miércoles mi pareja trabaja por la tarde y llega a las 23 y yo madrugo un
montón y llevo toda la tarde en casa y tengo sueño, y se me cierran los ojos…
bueno, no pasa nada. Trasladamos toda la operación un día.
Y llega la última semana antes de la regla, y ya comienzo a observar un poco los síntomas. Hemos hecho
los deberes, así es que ese dolor de tripota, o esa mala gana, o ese dolor de
cabeza…esta vez es de embarazo. Claro, como los síntomas son tan parecidos…
Pero no.
Bueno, no pasa nada, que trasladamos
toda la operación un día, y claro… además, igual pasan un par de meses más.Y pasan esos meses, y nada. Y
cada mes ocurre algo que hace que todo el planning de días "H", se
tenga que cambiar. Un viaje, una visita, turnos de trabajo…..Comienzo a sentirte un pelín culpable por no hacer el
100%, pero vamos por el buen camino, no pasa nada.
Decido comprar test de ovulación
que he descubierto en internet, que como
no soy muy regular….pues mejor asegurar.Y me lo hago tal y como marcan
las instrucciones, y allí no sale
ninguna raya rosa. Bueno, no pasa nada. Para el siguiente mes.
Y el siguiente mes decido ampliar
en unos cuantos días las pruebas, por si aca, y tampoco. Y al siguiente mes
amplío un poco más y nada.Pero que tampoco le doy demasiada
importancia.Y pasan unos meses, y nada.
Y un día, sin darme cuenta, me fijo que no me ha venido la regla, y
ostras, ¿no me tenía que venir el martes pasado? Y saco el móvil, y si, es
verdad, ostras, ostras, ostras...no me quiero emocionar, pero es inevitable.
Menos mal que con los test de
ovulación compré test de embarazo (y no va a ser este mes el primero en
utilizarlos, ejem,ejem). Y me meto en el
baño, y tachan……primera raya de control ok, y de repente, una segunda raya
rosa, transparente, transparente….pero rosa.
Guauuuuuuu!!! Y llamo a mi
pareja, no le había avisado, tampoco era consciente en ese momento de que podía
ser positivo. Y vaya subidón, y que emoción, madre mía…Buff, buff, buff, tengo ganas de
gritarlo a los cuatro vientos.
Vamos a ver, céntrate, que sé que
los tres primeros meses hay un riesgo...pero bueno, no voy a tener yo la mala
suerte ¿no? Tampoco conozco a tantas mujeres que hayan abortado. “A ver,
piensa, conoces a un montón de embarazadas o madres, si, un montón. ¿y cuántas han
tenido algún aborto? Una. Sólo una.”
Lo hablo con mi pareja y
decidimos contarlo. Primero sólo a la familia y amigos cercanos, pero pasan un
par de semanas tenemos que contarlo, no se
puede con esa alegría dentro, hay que compartirlo con todos los que nos
conocen…
Vamos al médico, y nos dan cita
con el tocólogo, y análisis y…..guauuu, estoy en una nube.
Comenzamos a hacer planes.
Tenemos que cambiar de casa, la nuestra es muy pequeña. Y para cuando es el
parto, ah, buena fecha en el trabajo, poco curro. Y, ¿será niña? Si es niña se
llamará… Y si es niño…No, siento en lo más hondo de mi que es una niña, no sé
por qué, seguramente serán chorradas de embarazada, pero es una niña y se
llamará Alma, ni siquiera lo he hablado con mi pareja, a ver, estoy de 6 semanas, me va a decir que
frene…
Es verano, y están las rebajas, y
dentro de unos meses voy a necesitar
pantalones premamá y serán muy caros, mejor aprovechar ahora. Y entro en
internet y me compras un par.
Mi suegra me regala su primer
peluche.
La ecografía nos la han dado para
las 8 semanas, y nos subimos por las paredes, y no aguantamos más. Oye, que
leches, pagamos y vamos a privado.
Estamos en la consulta, en la súper
silla, y el gine me hace la ecografía y nos dice que todo parece estar bien.
Que mira dónde está la bolsa, y que mide tanto, y que claro, los primerizos
venís tan pronto que casi no se ve nada de nada. ¿y ves ese punto?
Y entonces nos dice que vamos a
escuchar el corazón y lo oyes, oyes el ruido del corazón, guau….no sé expresar
lo que siento porque nunca antes había sentido esa emoción, y de repente, el ginecólogo pone mala cara
y dice que algo no va bien.
¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? Pero si estoy escuchando el latido del corazón….y
le escucho diciendo que el ritmo de su corazón es muy diferente al mío, y que
no se escucha!!!! Que lo que oímos es mi corazón. Mi corazón… Y el suyo? ¿Dónde
está el latido del corazón de mi niña? ¿Qué está pasando aquí? No entiendo
nada, no entiendo nada...
De repente comprendo lo que me está diciendo. Y le miro. Y siento una bofetada
en la cara tan fuerte...tan, tan fuerte...
Pero él nos dice que es muy
pronto, que quizá he ido antes de lo previsto, que los cálculos están mal y
que….
Salgo de allí con un sentimiento
indescriptible. Lloro, lloro, lloro...
Pero al día siguiente, o a los
dos días, no sé, decido agarrarme a ese clavo ardiendo, a esa esperanza que nos
ha dado. Claro, es eso. Era muy pronto. Y cómo yo soy tan irregular, seguro que
ovulé 7 días antes, y entonces el embarazo es de una semana menos, bla,bla,bla.Y ya está, esperamos una o dos
semanas y volvemos. Todo está bien.
Cojo anginas. Y conjuntivitis.
Todo a la vez. Y tengo que tomar antibiótico, no queda más remedio. Tengo unas
placas gigantes de pus.
¡Mierda, mierda, joder!
antibiótico, y con la situación así como está….bueno, espero que no pase nada.
Y a los tres días comienzo a
sangrar. Una pequeña mancha marrón. A urgencias.
Después de horas de espera, me
dicen que todo está bien. Me hacen eco, me dicen el tamaño…bien, perfecto.
Sé que nada está bien, lo siento,
estoy triste, pero no lo quiero creer. TODO ESTA BIEN. Y me lo repito como un
mantra. TODO ESTA BIEN
Al día siguiente vuelvo a
sangrar, un poco más. Y vuelvo a urgencias. Y vuelvo a esperar. Y me vuelven a
hacer eco. Y vuelve a estar bien…
Pero algo no va bien. TODO ESTÁ BIEN, TODO ESTÁ BIEN…
Esa noche me duele mucho la tripa, mucho, mucho, mucho. Y me voy a
urgencias. Tomo la mala decisión de no despertar a mi pareja (pobre, madruga
tanto, se tiene que levantar a las 5.30 y son casi las 24, no le voy a
molestar, TODO ESTÁ BIEN).
Y espero, y me duele mucho. Y por
fin entro. Y me hacen la eco. Y el
gine…el gine me mira y me dice que lo estoy perdiendo. Que la bolsa se está
desprendiendo ya. Y le pido que me lo enseñe. Y lo veo. Veo la bolsita.
Me dice que seguramente lo
expulse sin ayuda, pero que si quiero me
puedo quedar ingresada y mañana me dan pastillas.
No, no, me quiero ir a mi casa. Y me monto en el coche. Buf, y
ahora tengo que conducir. Y mi pareja me llama. No! se ha despertado. Y primero
se enfada porque no le he avisado, luego, al enterarse, no sabe que decir.
Llego a casa, y lloro, lloro y me
duermo.
Por la mañana pienso que igual es
mejor que me controlen en el hospital y que me den pastillas, no vaya a ser que
se quede algo dentro, y luego sea una faena, y solo tengo un ovario, no puedo
jugar. (A los 18 años tuve un tumor en el ovario derecho y me lo tuvieron que
extirpar: ovario, trompa…)
Vuelvo al hospital. Y vuelvo a
esperar. Y me duele tanto la tripa…y espero. Y me llaman. Se me olvidaba decir
que en cada visita a urgencias, primero esperas, luego te mira un médico
general, luego vuelves a esperar y luego viene el ginecólogo. Puedo pasar 45
minutos o incluso una hora dentro del box espatarrada en la súper silla.
En esta espera, llega el médico
general. Y veo que no es ginecólogo. Me
da un ataque de histeria. No lo puedo evitar y no puedo evitar parar de llorar.
Bueno, tengo “suerte”, el lado positivo del ataque es que el médico decide no
mirarme y llama directamente al gine.
Por fin llega. Eco. Me dice que
la bolsa está muy, muy desprendida. Me da un papel para ingresar al día
siguiente. Me darán pastillas para expulsar. Si a última hora de mañana,
después de las pastillas, no ha salido, me harán un legrado.
Salimos de urgencias, y nos encontramos
con media familia. Mis suegros, mi cuñada…y no tengo ganas de hablar. No pasa
nada. (Tengo que decir que yo vivo en una isla, y mis padres en la península)
De camino a casa nos cruzamos en
el coche con una amiga y también nos sigue.
Nos encontramos en casa con
suegros, cuñada, amiga y por supuesto, pareja.
Todos discutiendo sobre cómo organizar el día siguiente. Que turnos van a hacer para acompañarme….y
yo no necesito compañía, necesito que se vayan y me dejen con mi pareja llorar
tranquilos.
Mi pareja trabaja por la mañana.
Y veo que no tiene intención de llamar para pedir libre. Y que está organizando
con mi cuñada la mañana. Para que ella me acompañe. Y yo no quiero que ella me
acompañe.
Sólo me sale decir que no necesito
que me acompañe nadie, pero nadie me escucha, y todos me organizan el día. No
pasa nada. Es normal.
Llega la mañana, y estoy
relativamente bien. Sólo tengo ganas de que todo termine. Me he ido haciendo a
la idea poco a poco y ya está, hoy acaba todo. Fin del proceso. A volver a
empezar.
Tengo que consolar a mi amiga,
que está llorando. Surrealista.
Hacer compañía a los que me
acompañan, hablarles, sonreírles…TODO
ESTÁ BIEN.
En fin, que pasa el día, que con
las pastillas casi no sale nada y me tienen que hacer un legrado. Pero tengo
suerte, y me miran justo antes. Está ahí
fuera, así es que con ayuda de unas pinzas estiran, estiran, estiran y lo sacan.
Y lo veo. Y veo cómo lo tiran en un plato. Y está ahí.
Y me limpian por dentro con gasas. Y sigue ahí. Revisan que todo esté
limpio por dentro y sigue ahí. Lo han tirado como se tira una colilla y sigue
ahí. Lo estoy viendo.
Me quiero ir, quiero salir corriendo.
Me dan el alta, bien, estoy
contenta. Estoy contenta. Se ha acabado todo. ¿Cómo puedo estar contenta?
Por supuesto, he olvidado decir
que durante todos los días que pasan entre la primera mala noticia y la última
mala noticia, familiares y amigos (con mayúscula y con minúscula) me dicen que
no me preocupe, que seguro que es un susto, que no pasa nada, que a la fulanita
le paso no sé qué y la menganita no sé cuantos y que todos los embarazos fueron
bien. Frases tranquilizadoras varias.
No las creo, pero tampoco me molestan. Agradezco que se
preocupen por mí. Lo malo es que mi corazón sí que las cree. Y me crece la
esperanza.
También he olvidado decir que
mientras estoy en camino de perder el que iba a ser mi hijo, se ha terminado de
enterar el pueblo entero que estoy embarazada, y salgo a la calle y todo son
enhorabuenas. Genial, y yo con ojos hinchados de llorar y no dormir bien,
sonrisa falsa y postiza que no sale bien, dando las gracias.
Mierda. Y tendré que escuchar
después comentarios del tipo: yo me quedé muerto al darle la enhorabuena,
porque sentí que metía la pata. Que se había quedado embarazada pero no quería
quedarse. ¿Perdona? En fin, que tampoco pasa nada, que es normal.
Ah, y he olvidado también que una
amiga me había dicho que había comprado unas camisetas muy chulas con algún
motivo chorra sobre los papás y que nos la tenía que dar. Y claro, pasa esto,
y se la pido, porque quiero tenerla, porque quiero guardar esos objetos
que ya tenía y que formaban parte de lo que podía haber sido mi hijo: la prueba
de embarazo, el peluche de la suegra, la camiseta de la amiga...ay, pero no,
que se le pone cara de circunstancias y me dice que como ya no voy a tener un
hijo, pues que se la ha regalado a otros futuros padres. Perfecto. No pasa
nada.
Estoy olvidadiza. No recordaba
que coincide esta época con la de mayor tasa de embarazos en el círculo que nos
movemos. Así es que es genial, porque voy a pasar de estar contenta de que mi
hijo (digo hijo por generalizar, era una niña) vaya a tener un montón de
amiguitos con los que jugar a retorcerme al pensar que mi hijo tendría ahora
tantos meses, igual que el fulano, o que ya andaría, igual que la fulana…
Seguro que olvido muchas
emociones y recuerdos más.
¿Por dónde iba antes de
desviarme?
Ah, sí, que me daban el alta y yo
contenta.
Claro, luego vienen los días siguientes,
en los que primero, tengo las hormonas revolucionadas, y segundo, vuelvo a ser
consciente, por segunda vez, que todo ha terminado. Que ya no voy a tener a ESA niña. Tendré otro hijo (o no, ya
comienzas a dudar un poquitín) pero no tendré a ese hijo.
Bien, lloros, dolor, cansancio y
pensar, mucho pensar. Tengo que hacer bien el duelo, tengo que despedirme bien
de esa niñita, porque no puedo arrastrar nada. No me lo puedo permitir.
Necesito cerrar bien el proceso.
Y lo cierro, y pienso que lo he
cerrado bien.
La gente pasa de preguntarme
¿cómo te encuentras? con tono lastimero (que no es un reproche, al contrario,
se preocupan por mi) y de decirme que venga, ánimo, a la súper frase de “mujer legrada, mujer embarazada” Ni sé
las veces que la escuché. Y lo peor, me la creo.
Perfecto. Estoy animada. Mujer legrada, mujer embarazada. Es mi
nuevo mantra. Investigo, hago una media de las historias que de repente me
cuenta todo blas que le pasó a su prima, o a la vecina. (vaya, pues hay más
abortos de los que yo pensaba). El caso, que calculo 3 meses. Es la media.
Genial. A por ello.
El tema sexo pasa de llamarse disfrutar a llamarse
trabajar. Tal cual.
Hay que trabajar tal día y tal
otro. Y punto. Da igual cómo me encuentre yo o mi pareja, da igual dónde
estemos, toca y punto.
Bien, pasan los días de la
ovulación y llegan los síntomas. Este es mi mes, pero no.
Vuelta a empezar.
Primeros días de espera. Ovulación,
a trabajar a tope. Volver a esperar y observarse…y tampoco.
Vuelta a empezar.
Primeros días de espera.
Ovulación, a trabajar a tope. Volver a esperar y observarse…y tampoco.
Vuelta a empezar.
Primeros días de espera.
Ovulación, a trabajar a tope. Volver a esperar y observarse…y tampoco.
Vuelta a empezar.
Ya llevo 4 meses, ejem, ejem…….
Ya han pasado 5….
Algunos me preguntan que como
estoy, otros te miran con cara emocionada y de gilipollas y te dicen: ¿si?????
Porque han interpretado algún gesto tuyo
no entiendo por qué y piensan que estás embarazada.
Otros me preguntan si estoy
animada, o si lo llevo bien, o si de verdad he hecho el luto. Que es muy
importante estar animada.
Otros siguen con el mujer legrada
mujer embarazada y que eso ya está…
Otros que me relaje….que hasta
que no me relaje no que quedo embarazada.
Otros que me vaya de vacaciones…
Los hay que dicen: te estás
obsesionando…
Olvidaba comentar mis
sentimientos estos meses.
Estoy bastante alegre y emocionada una vez pasado el
duelo, porque MUJER LEGRADA, MUJER
EMBARAZADA. ¿Acaso conoces a alguien que no haya podido quedarse
embarazada? (esa es otra súper frase de ánimo)
Pero pasan esos meses y todo comienza
a pesar. No sé ni cómo ni por qué, pero de repente me doy cuenta que estoy
cansada. Un día me dicen cualquier frase de ánimo y me dan ganas de gritar y
mandar a la mierda a ese alguien.
¿Qué está pasando? Si es la misma
frase que llevo oyendo taitantos meses. Pero ahora ya noto que me comienza a
retorcer el corazón.
También he olvidado decir que han
empezado a nacer algunos de los niños de
las primeras embarazadas antes que yo. Oh, qué bonito, que guapos. Mi hijo ya
no será de su misma edad, pero no pasa nada, sólo se llevarán un año. Seguirán
jugando igual.
Buf, tendría que quedarme
embarazada pronto porque el trabajo se está poniendo feo, y así ya no podrían
despedirme.
Sigo mirando pisos por internet,
por supuesto.
Las nuevas mamás, y las no tan
nuevas, hablan y hablan insistentemente sobre sus nenes, pañales, tetas,
sueños, lloros, cacas, monerías varias...y yo escucho y aunque pienso con una
sonrisa que pronto podré unirte a la conversación, el corazón se me retuerce.
A mi alrededor, todo son bebés y
tripas. Nuevas embarazadas. Personas que ni me imaginaría que pudieran estar
buscando un niño, por eso de que no les pega...
Empiezo a pensar que qué pasa
conmigo. Porque lo mío sigue siendo:
Primeros días de espera.
Ovulación, a trabajar a tope. Volver a esperar y observarse…y tampoco.
Vuelta a empezar.
Comienzo a estar un poco más triste. No sé cómo ha
pasado, pero el caso es que me noto más triste, incluso alguna noche me pongo a
llorar sin darme cuenta.
Y me reprimo, y me animo pero me noto
más triste y con más ganas de llorar.
¿Qué ha pasado? Cada vez me cuesta más mantener la compostura y decir
que todo está bien. No está bien, pero yo me lo digo. Lloro, lloro sin parar,
voy en el coche y lloro, estoy en el trabajo y lloro, estoy en la cama y lloro…
Salgo a la calle y lloro. Ves a esas mamás tan felices con sus niños…
Y pongo la tele y lloro. Malditos anuncios varios con bebés o tripas…
Comienzo a darme cuenta de que
tengo un problema. Que algo no está bien, que no puedo sujetar mis emociones.
Por supuesto, dejo de salir a la
calle poco a poco, estoy mejor en casa donde no me siento atacada, donde yo
controlo el posible dolor.
Siento que comienzo a tener rabia…y enfado. Ostras…que acabo de
pensar que ese niño que se ha caído y está llorando, que se fastidie la madre
por no prestarle atención. Se merece el disgusto que tiene ahora.
Y eso asusta…porque esos pensamientos
van a más. Y sé que no es racional, que no tiene sentido y que no siento de
verdad eso hacia las personas, pero el caso es que tengo esos pensamientos.
Primero despierta, luego también soñaré con bebés que se mueren (los de otras
por supuesto. Y no son otras desconocidas, que les pones caras, que algunas son
tus amigas).
Esto lo tienes que parar, no
puedes desear que ojalá aborte la fulana, o que te mereces que tu hijo no te
quiera dar un beso por no educarlo bien.
También sentimientos de injusticia...Y por qué esa tía que pasa de
su hijo tres pueblos y que lo deja con los abuelos 4 de los 7 días de la semana
pudo y yo no?
¿Y por qué ese que fuma porros, y
que se mete/metió rayas, tripis y varios tiene espermatozoides espabilados y mi
pareja no?
Ah, claro, se me ha olvidado
decir que como no te quedas embarazada vuelves al ginecólogo y nos van a hacer
pruebas.
Después de unos meses de espera,
resultados: Tu única trompa obstruida. Tu pareja tiene pocos y vagos.
Imposible
embarazo natural. A FIV
Genial, maravilloso. Espero que
alguna vez vaya a la consulta de un ginecólogo y me de buenas noticias. De
momento, llevo unos 17 años recibiendo
malas noticias.
¿Qué estaba diciendo? Ah, sí, los
súper sentimientos de rabia y enfado que me invaden y no me dejan respirar,
porque no entiendo cómo puedes estar sintiendo eso.
En fin…
En todo este tiempo, antes de la
noticia de que no podía ser embarazo natural, hemos ido a que nos hagan
reflexología, acupuntura, me ha tratado un osteópata, hemos probado con
distintas terapias alternativas
(Claro, vuelven a crecer las ilusiones, ¿qué más podemos hacer? Nuestro
momento ya llega, ya está aquí, tranquila).
He comenzado a alimentarme mejor,
a renunciar a algún que otro vicio, ya no bebo nada de alcohol (que no es que
bebiera mucho, pero una vez cada 6 meses apetece una copichuela) pero ya no. No
vaya a ser que esté embarazada y la fastidie.
Fuera los poleo menta, que la
menta es súper abortiva.
Nada de canela, por lo mismo.
Y así unas cuantas cosas más. Es
que claro, en cualquier momento ya me toca, es lo que dice todo el mundo, es lo
que me transmiten con sus ánimos, y yo me lo creo, y no quiero estropearlo por
una cerveza, o por una infusión…
Y que mal me siento por fumar, tengo
que dejarlo, pero no sé cómo, y me siento tan mal, no estoy haciendo todo lo
posible para quedarme embarazada, no lo estoy haciendo, sigo fumando... (tengo
que decir que a día de hoy, hace casi 8 meses que lo hemos dejado. Los dos)
Cada vez me cuesta más relacionarme con nadie, porque casi seguro me va
a doler lo que me digan, de una manera u otra.
Uff, me despiden del curro, no
hay trabajo. Menos mal…Ya era un infierno ponerse la máscara del todo va bien
cada mañana y estar así 8 horas en la oficina…8 horas aguantando a la compañera
recién parida de unos pocos meses que no tiene mucho tacto ni delicadeza y que
no para, no para de hablar del tema. No quiero mandarla a freír morcillas, pero
la ignoro, a ver si se da por enterada, pero tampoco, y sigue, y sigue, y
sigue…y tú haces cálculos de cómo estarías ahora. Qué narices, sé exactamente
de cuantos meses estaría ahora, sé cuando tendrías que haber parido…
Ah! Y no he dicho que a esta
compañera le vino la cosa por sorpresa, que no querían tener hijos… Pues que
mal repartida está la suerte, ¿no?
La cuestión, que me siento un
poquito liberada. Decido también ir a un psicólogo,
porque esto no está bien, tengo que pararlo.
Por supuesto, siguen pasando los meses. Sigue viniendo la regla cada
mes.Ya hemos dejado de “trabajar”. No me voy a quedar embarazada. Pero es
que hemos dejado de “trabajar” y de hacer el amor, porque le he cogido
“tirria”.
Cómo de vez en cuando toca,
porque mi pareja tiene paciencia, pero de vez en cuando me reclama, pues calculo.
Ya que voy a hacer algo que no me apetece, oye, que pueda llegar a servir para
algo. Y es que dentro de mi todavía tengo una ligera esperanza….
Pues anda que no me han contado
ya historias sobre mujeres con problemas, que no podían por natural y que antes
de la FIV, toma, sorpresa…. Y me lo creo, y vuelvo a confiar.
Me dicen que todo va a ir bien, y
me duele porque no lo veo claro, pero me lo creo, y confío.
Estoy tan cansada….
Ya no me relaciono con casi nadie,
con mis 4 AMIGOS en mayúscula, (por teléfono porque viven en la península) mis
padres y punto. Sé que seguramente me hagan daño 3 de cada 4 veces, pero son mi
gente, todavía puedo soportar ese dolor, porque les quiero, porque me quieren y
porque por supuesto no lo hacen queriendo, ni conscientes ni nada, y todavía
aguanto.
Con mi pareja las cosas van mal…tengo
tanta tensión encima que cualquier cosa lleva a una bronca. Además, me siento
abandonada, porque él hace planes con todo el mundo menos conmigo, porque pasa de
absolutamente todo lo relativo a la casa (limpieza y varios) y bueno, por
muchos motivos, no hablamos, no nos comunicamos...
Cada vez estoy en un agujero más profundo y no sé cómo salir de él,
pero es que seguramente tampoco quiero salir, porque si salgo me van a hacer
daño…
Vamos a un psicóloga. Y descubro
cosas nuevas sobre mí. Y descubro mis procesos para gestionar las emociones. Y
compruebo que guardo, guardo y guardo sin ser muy consciente, y que al final la
cosa revienta por algún lado.
Comienzo a hablar con tu pareja.
Y mi pareja conmigo. Y poco a poco nos vamos acercando. Y me voy atreviendo a contarle mis pensamientos
más profundos, y cómo mi pareja también va a la psico, comienza a saber cuál es
la mejor manera de gestionar esos momentos conmigo. Y si no lo hace bien, yo me
atrevo a sugerirle la mejor manera…. bueno, no siempre esto es así, muchas
veces hay enfados y broncas, pero otras veces conseguimos encontrarnos, o
frenar las broncas y sobre todo, comunicarnos. Él hablar, yo no tener miedo a
contar mis sentimientos.
Me lanzo. Decido que igual es
momento de hablar con mis padres y contarles un poco, o quizá con una amiga
poder explicarle un poquitín de lo que siento por algo.
Me atrevo a pedirles que no hagan
esto o lo otro, que no me digan esto o aquello porque duele, y no sé si no me
explico bien o no me entienden bien, pero hacen daño, parece que no han
escuchado lo que les he pedido que no digan y lo dicen. Esto me hace volver a
meterme dentro.
A todo esto, nos llaman para
comenzar con las pruebas para la FIV.
Bueno, nuevo camino, nuevo
proceso, da pereza. Más que pereza miedo. Miedo a que no funcione, miedo a
sufrir otra vez.
Nuevas pruebas, nueva espera,
nuevos resultados. Ya estamos en lista.Buff, a esperar otra vez…
Pasa el tiempo, y los meses, y
definitivamente me he encerrado. Sólo me
apoyo en mi pareja. Es el único que va conmigo a la psico, que me escucha en
las sesiones todo lo que sale por mi boca, el que sabe un poco como llevarme gracias
a las indicaciones de la psico…
Lo he intentado varias veces con
mi gente, pero no es posible, no hay entendimiento entre las partes y eso
quiere decir que hay daño.
Cada vez me cuesta más hablar con
ellos, de cualquier cosa, porque no tengo ya casi fuerzas y sé que fácilmente
me van a hacer daño y no sé si voy a poder soportarlo.
Pasan los meses.
Por supuesto, en el camino,
siguen los embarazos, de conocidos y extraños, de amigos y de AMIGOS. Esto
parece una plaga, o una lotería con muchos premios, que puta mala suerte he
tenido yo ¿no? He venido a jugar sin boletos ganadores...
Y mis sentimientos de
culpabilidad están por las nubes. Bueno, a ratos. Estoy aprendiendo a entender
que son sentimientos normales, que tengo que aceptarlos, que no son reales y
que no me tengo que agobiar por ellos. Pero cuesta aceptar esto mientras tu
pareja te cuenta que el fulano ha tenido que ingresar a su hijo y tú piensas que se joda. Cuesta….
En fin…que estos meses son
extraños. Tristeza, agotamiento, espera, dolor, rabia, sensación de no
avanzar…pero al menos con mi pareja estoy mejor, y he conseguido estabilizar
mis lloros, y he aprendido a disfrutar un poquito aunque esté triste, me doy
permiso…
Estoy en una cuerda floja, en la que cualquier cosa hace que me caiga.
Si veo un nuevo embarazo, me caigo. Si veo una nueva tripa, me caigo. Si mi
amiga me dice que se aleja porque considera que ya ha hecho todo lo posible por
mí y se sienta a esperar, me caigo…una cuerda floja.
En estos últimos meses, no he
dejado de sentir ni un solo momento que estoy tan cansada que no tengo fuerzas
para seguir. (Más tarde me daré cuenta que sólo estaba empezando…) Sigo porque
me conozco y no me perdonaría el abandonar. Y porque todavía no tengo la
fórmula para recuperarme si paro.
“Voy en el tren, llevo mucho tiempo en el tren y no me bajas en ninguna
estación, pero tampoco me siento. Y estoy cansada de estar de pie”.
Nos dan la primera cita para la
FIV. Bien, nuevo proceso, nuevas sensaciones…
Nos explican el proceso y nos
dicen que estoy programada para 2 meses después, dos meses después, no...otra
vez a esperar.
Comienzo a mirar por internet
sobre el tema. (Sobra decir que ya soy toda una experta en todos los temas
relacionados con la maternidad. El antes y el durante. Todos los síntomas
posibles de este mundo, hasta el más raro que sólo han sufrido un 1% de mujeres antes de hacerse la prueba,
yo los conozco. Porcentajes y probabilidades de embarazo, que quiere decir
tener una trompa obstruida, por qué hay pocos espermatozoides y vagos……..).
Me hago experta en el tema. Y
conozco el proceso a fondo. Y encuentro foros. Foros de chicas que están como yo!!!!!!!!
Y las leo, y lloro, lloro tanto….es un consuelo saber que lo que siento no es
mío en exclusiva, que también lo sienten otras.
Aprendo antes de comenzar los
nombres de las medicinas, y los nombres de los médicos que me atenderán, y oh,
dios mío, me doy cuenta de las muchas, muchas mujeres que no lo logran. Que
después de mil y una perrerías y mil y un tratamientos no lo logran.
Y eso era algo que mi cabeza ya sabía, pero mi corazón se da cuenta
ahora. PUEDE QUE NO ME QUEDE EMBARAZADA. Que dolor.
Y leo tantos casos….pero me
alivia leerlos y hasta llega el día que me atrevo a escribir. Es reconfortante
hablar con alguien que sabe exactamente lo que sientes y que no te va a hacer
daño por ignorancia.
Llega el día, comenzamos.
Primer pinchazo, segundo,
tercero…bien. Aceptable el dolor, aceptables los efectos secundarios.
Pero llegan los disgustos. Tiene
que venirme la regla y no viene. Y sin regla no inician con el tratamiento de
estimulación, porque parece que lo que hacen las inyecciones de ahora
simplemente es provocar una menopausia, parar el sistema por completo.
Y la regla no viene….ya tendría
que haber comenzado el tratamiento y nada. Me dicen que vaya tal día. Casi 5
días de retraso y por supuesto, sigo pinchándome el provoca menopausias.
Ya comienzo a estar cansada, y
ansiedad, mucha. Mucha hambre.
Comienzo el tratamiento, bien!
Tengo que ir un día si un día no
a Palma.
Levantarse a las 5 de la mañana,
coger el avión de las 7, taxi y al
hospital para analítica. Consulta, esperar y ecografía. Comienzan a cantar el
tamaño del endometrio y número y tamaño de los folículos. Gracias a los foros,
ya iba preparada y sabia de que iba la historia, y me quedé con los datos,
porque ellos no te explican nada.
Bien, pues nada, este es el
tratamiento a no ser que te llamemos cuando veamos la analítica.
Corro al aeropuerto, que si
pierdes el avión me va a tocar esperar 7 horas!
No me llaman. Bien! Pasado mañana
vuelvo.
Otra vez igual, me levanto a las
5, hospital, analítica, consulta, eco, cantan números…. (por lo que dicen en
los foros, no voy mal, vaya tela, pero es que hasta me he medio peleado con una
enfermera, con cariño, porque quería información y ella dice que no, que no la
dan, que es por nuestro bien. Paso a paso. Pero sabré yo lo que me va bien a mi
o no……Acabo mirando por internet, no me queda
más remedio).
Me voy al aeropuerto. Contenta.
Corriendo. Me tiene que dar tiempo a coger ese avión, Llego, me siento y suena
el teléfono. El estradiol está alto. Mierda……y me cambian el tratamiento. Y no
me explican cuanto de alto está, nada, sólo me dicen eso. Y como insisto, acaba
diciendo que si no se controla el estradiol, el tratamiento se para. Y cambiar
el tratamiento supone añadir más inyecciones. Tres al día…
Bien….estoy en el aeropuerto, sitio
público, con gente, no puedo llorar, todo está bien, aguanta….aguanta y espera.
Subo al avión, el trayecto, bajo del avión, las putas puertas no las van a abrir
nunca o qué? Bien, ya estoy en el coche, llego a casa, ya lo puedo soltar todo.
Es verdad que había leído lo del
estradiol, pero hombre, no me va a pasar eso también a mí, ¿no? que ya he
tenido bastante mala suerte en estos casi tres años de búsqueda….y no me
preparo para eso, ni me lo planteo.
Me había medio preparado, aunque
luego me doy cuenta que no, pero creía que me había medio preparado para llegar
al final del proceso y que la cosa no fuera bien, pero parar casi antes de
empezar????
Miedo, miedo, miedo, dolor, dolor, dolor, tristeza, tristeza, tristeza.
Nervios, nervios , nervios.
Y toca pincharse. Y cada vez me
cuesta más. Dios, que ganas de llorar, que angustia, que sensación la de la
aguja en la piel, y tener que apretar para que entre dentro…
Cada día estoy más cansada. Me
levanto, voy al gimnasio y casi no puedo con mi alma. Paso el día como puedo,
como todos estos últimos días.
Otra vez lo mismo. Levantarte a
las 5…..bla,bla. Los folículos van genial, tienen un tamaño rico, rico (según
medidas de las chicas foreras). Y el médico dice que si estradiol controlado,
el lunes me hacen la punción, madre mía…………………voy a permitirme estar contenta.
Ya no puedo seguir haciendo
deporte, mi única válvula de escape. Sólo tengo un ovario, ya de por sí más
grande, pero ha crecido demasiado, riesgo de torsión.
Me voy al aeropuerto. Por favor
que no llamen…
Pero llaman. Estradiol alto.
Tengo que volver el lunes. ¿qué? Pero….los folis estarán pasados, joder, y lo
van a anular? ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR ALGO?????Sabía que no me podía permitir estar contenta.
Angustia.
Lunes. 5 de la mañana,
bla,bla,bla…consulta. Y parece que me programan para el miércoles, creen que
van a controlar el estradiol. Se permiten el lujo de decirme que tengo un súper
ovario, que no daban un duro por él, pero que ha respondido!
Eso anima, porque si nunca dicen
nada y se atreven a decir esto…
Bien, que genial. El martes tarde
ya tenemos que estar allí, no vaya a ser que el día programado haya problemas
de aviones. Llegamos al hospital, me preparan, quirófano, anestesia…no me
entero de nada.
Despierto y quiero salir de allí
ya.
La cosa tiene buena pinta. 18
folis, bien, eso son bastantes!!
Me permito otra vez estar
contenta. Son 18! Si esta vez no funcionara, seguro que quedan un montón para
congelar. Y si congelan, el proceso es menos desagradable y sin casi hormonas,
y encima no cuenta como intento (en SS hay 3 intentos).
Bien, con el alta en la mano,
corriendo al aeropuerto, otra vez.
Comienza a doler, duele mucho.
Venga, respira hondo que todavía te queda un buen par de horas antes de llegar
a casa. Concéntrate.
Al día siguiente, esperando la
llamada de la embrióloga. No llama, no llama….
Por fin llama.
Eran 18. 9 directamente no han
sobrevivido. No pasa nada, quedan 9….
6 embriones con defectos (ahora
no me sale la palabra), a la basura.
Sólo quedan tres….y todavía
tienen que crecer un poco más o no se podrán transferir…
En fin, llega el día de la
transfer. Nos meten en un despacho y nos explican un poco más lo que me han
dicho por teléfono, y las calidades de los embris…
De mis tres, uno es bueno,
calidad B y otro malo, calidad D (hay de A a D) y el otro…en observación, es
pequeño.
Aconsejan implantar los dos, no
hay demasiadas probabilidades con uno solo. Y el pequeñajo…espero que crezca y
por lo menos puedan congelarlo. Nunca se sabe, sólo se necesita uno, sólo se
necesita uno, sólo uno….
Ale, a quirófano pero sin dormir,
y haciéndome pis con todas mis fuerzas, pero no es suficiente pis, tengo que
esperar un rato!.
Bien, por fin, que desagradable….
Pero ya está, ya están dentro. He
visto los dos puntitos….
Ale, al aeropuerto otra vez. Que
cansancio, y duele, duele mucho y el avión con retraso, 3 horas de espera….quiero
llegar a mi casa.
No he dicho que para cada viaje,
tengo que hacer lo siguiente: agencia de viajes para reservar, hospital para
tramitar y agencia de viajes para confirmar. Y al volver, hospital para
presentar documentación.
Y llegados a este punto, y después de tanta actividad, ahora toca esperar.
15 días….
Los primeros van bien, estoy tan
cansada que sólo duermo….pero ya recuperada, ¿qué? Sin ir al gimnasio, sin
salir de casa porque llueve…y comienzas otra vez a investigar por internet,
aunque esta etapa de las pruebas de embarazo ya me la conozco muy bien, son 3
años!! Pero bueno, hay que volver a leer, nuevos casos, casos olvidados…
Hay mujeres que a los 9 días de
la punción ya les sale positivo…
Tengo tres test que te quedaron,
y caducan en un mes. Se lo comento a mi
pareja, no le parece demasiado bien, así es que lo hago a escondidas, por
supuesto.
9 días. Test negativo. No pasa
nada, es normal, sólo 9 días….
Aguanta, aguanta, aguanta.
11 días. Test negativo. Buf…no
pasa nada, es normal, si hay casos que el día de la beta (analítica) se hacen
antes el test orina y sale negativo.
Ultimo test, ¿me lo hago el día
14? ¿esperas al mismo día de la beta y ya voy un poco con la idea?
Aguanta.
Me lo hago el día de la beta y
sigue blanco nuclear, pero no me lo quiero creer, existen casos……
Hospital, otro pinchazo, esperar
y recoger sobre.
Vaya, las cantidades están en blanco….Sé que no estoy embarazada, pero
estamos fuera de casa, todavía no me lo han confirmado del hospital, aguanta,
aguanta, igual hay una posibilidad de que no hayan hecho la analítica, de un
error…
Llego a casa. Y aguanto. Y
espero. Y llaman. No estás embarazada.
¿quieres seguir? Ehhh, si. Pues tienes que hacer bla,bla,bla…..¿lo has
entendido? Si, gracias, adiós.
No he escuchado nada, tendré que
llamar mañana para que me lo repitan.
No ha funcionado. Se acabó. Es verdad. Había 18, quedaron 3, pusieron
2, el otro no sobrevivió y los dos no engancharon…..vaya…
Dolor, dolor, dolor.
Y no se lo hemos dicho a casi
nadie, pero esos 4-5 llaman o escriben
para preguntar. Y no contesto, pero mis padres… eso es otra historia. Hoy no se
lo coges, pero mañana…..y suena el teléfono, y de repente, me sube una rabia
enorme y son mis padres, no hace falta que me la guardes, son mus padres, ellos
lo aguantan todo, y les grito que ha ido mal, que no tengo ganas de hablar y
adiós. Cuelgo.
Comienzo a pensar muy en serio
que igual nunca hay alguien que pueda gritarnos a nosotros con la tranquilidad
de pensar que como somos sus padres, lo aguantamos todos.
Dolor, dolor, dolor.
De repente, al día siguiente, mi
pareja me dice que es una sorpresa, pero que mi madre viene mañana para estar
una semana. ¿ehhhh????
No quiero estar mal, no quiero
estar encerrada en casa con ella, no quiero que me diga la más mínima palabra
de consuelo, tengo miedo de decirle todo esto porque creo que otra vez no se van
a entender…así es que no sé de donde, pero ale, saco fuerzas y más o menos
ánimo para llevar la semana decente y no preocupar demasiado a mis padres, y
que tengan que estar pendiente de mi a todas horas.
Y se va.
Yo me encuentro en medio de no sé
qué. Ya no tengo ganas de estar tirada en la cama como antes de que llegara mi
madre, pero no sé qué hacer con el dolor que siento.
Me he quedado como a mitad de un proceso y sin saber continuar.
Y la rabia………vuelve con una fuerza….fuerzas renovadas.
Sueños macabros, bebés muertos,
asesinados, yo matando personas con un cuchillo, y reales, muy reales, casi
puedo oler la sangre.
Entonces decido que igual es
mejor no dormir demasiado, para evitar esos sueños, porque duelen…..
Llamadas o mensajes cada día:
estás bien? ¿cómo estás? Vas a seguir? Ánimo! El proceso es duro pero cuando
llegues al final lo olvidarás. ¿perdona? Y ya sabes tú que voy a llegar al
final? Eres adivina? Pues coño, dime ya para cuando si hay un cuando y me evito
esperar y sufrir tanto.
Por supuesto, he olvidado muchas
cosas y sentimientos y otros simplemente no soy capaz de describirlos. Sobra
decir a la vez, tienes que seguir con tu vida.
Un día, una amiga me escribe y me
pregunta sí vamos a seguir, si lo vamos a intentar otra vez. Parece que le va
la vida en ello, Hola, qué tal, ¿vas a seguir?
Venga, y cojo aire e intento de nuevo
explicar que por favor no me digan esas cosas, que duelen. Que yo sé que están
ahí sin necesidad de ánimos. Que por favor estén a mi lado, que yo lo
agradezco, pero que entiendan que igual no me apetece hablar del tema porque me
hace daño, y que por favor, simplemente estén.
Y se enfada. No era su intención
hacerte daño y perdona, y ya no volveré a hablar….En fin...
Poco a poco todo en mi cabeza se
va tranquilizando. Ya no tengo pesadillas y vuelvo a poder dormir casi todas
las noches.
Ahora toca esperar de nuevo. Me
planteo con mi pareja dejarlo. Esto me está machacando, nos está machacando,
pero es que no puedo parar...
Son dos meses de espera hasta el
siguiente ciclo. Milagrosamente, no se hacen demasiado largos. Pero el final...tengo tanto miedo...estoy bloqueada,
asustada. No quiero volver a sufrir, pero no quiero parar, no PUEDO parar...
Decidimos, bueno, decido, que esta
vez va a ser secreto total. No quiero que nadie, absolutamente nadie sepa que
comenzamos de nuevo, no quiero preguntas, no quiero llamadas.
No he mencionado los kilos de más
que se han quedado conmigo, que no me vale la ropa, que no estoy cómoda con estos
kilos, pero supongo que es uno de los precios que hay que pagar.
Comenzamos otra vez.
Este ciclo se hace más llevadero. Creo que porque ya conozco el
procedimiento y estoy más tranquila.
Esta vez los pinchazos han sido
horribles, han dolido una barbaridad, han salido moratones, sangre al
pinchar...pero curiosamente yo me lo he tomado de manera más relajada.
Igual ha pasado con el estradiol.
He llevado mejor que me llamen para decirme que lo tengo alto.
He llevado mejor los madrugones,
los viajes, las esperas en el aeropuerto, los sustos... (casi me quedo sin ir a
Palma uno de los controles porque coincidió fiestas de Ciutadella, muy
populares, y no había billetes de avión)
He llevado mejor la punción, la
transferencia...y eso que me ha dolido bastante, que incluso me tuvieron que
sondar el día de la transfer porque tenía demasiado pis y no fue una cosa muy
agradable que digamos.
He llevado bien la noticia de que
de los 16 folis, fecundaran 9, me pusieran 2 y que los 7 restantes no
sobrevivieran y no se pudieran congelar…
Estoy llevando muy bien la espera. Rectifico. He llevado muy bien la
espera. Hasta hace 2 días...
Llevo dos días tensa, muy tensa.
Angustiada, nerviosa, irritable, triste, agobiada, acojonada...
Mañana me hacen la beta, Y NO
QUIERO.
Tengo pánico. Pánico de que sea que no. Otro negativo...puf, me da
miedo.
¿Qué va a pasar? ¿Cómo me voy a sentir? ¿Cuándo voy a salir de este
agujero? ¿Alguna vez se cerrará la herida? ¿Voy
a conseguirlo? ¿Seré madre alguna vez? ¿Cuánto más aguantaré en este estado
de stand by que es mi vida desde hace tanto? ¿Volveré a alegrarme cuando un
niño se acerque a mi?
Estas son algunas de las preguntas que pasan por mi mente y que no
podré resolver mañana si vuelve a salir negativo.